Aguinaldo

Cada año en estas fechas recibo un poco de dinero adicional, a veces más, a veces menos, cuyo motivo entiendo está ligado con obtener y repartir un poco de felicidad. Hoy llegó el paquete económico por la mañana, y por la tarde, gracias a la nueva capacidad de despilfarre electrónico, se había esfumado. Entre deudas, pendientes y compromisos, repartí todo lo que tenía, pero todavía no doy a nadie nada de felicidad. Me preocupa la depresión por no tener nada ya de ese dinero, pero a la vez me da mucha alegría saber que la felicidad que pueda dar a los que quiero no depende del dinero, sino de mi capacidad de quererlos y amarlos. En verdad que deseo que la epoca sea de felicidad para todos, sin importar el mótivo de los festejos. Para amar y querer, cualquier motivo es bueno.

Sintiendo la luna

Venía camino al trabajo, escuchando a los fabulosos cadillacs, "siguiendo la luna", una canción que se me entromete en el cuerpo como la melancolía de una borrachera por decepción, ya en las altas madrugada... Inventé una historia, melancolica por supuesto, para sentirla mejor. Me puse a llorar por una posible tragedia, que espero nunca sea posible. Ir a esa tragedia, me llevó de regreso al fuerte amor que tengo por muchas personas, y entonces me dio alegría. Cuán valiosa es la bendita capacidad que tenemos de sentir el mundo, sin necesitar las grandes cosas, sólo la ganas de sentir.